“¿Cuantas vueltas ha dado el mundo para que hoy esté aquí?” Fue lo que pensé al ver a mi familia charlando, dándome cuenta que ambos lados de mi familia (Lado de papá y lado de mamá) se conocían desde mucho antes. Siendo unos amigos a causa de negocios, cercanos por círculos sociales u otras razones.

Mientras hablaban, se reconstruía una pequeña imagen acerca de lo que eran esos tiempos, mencionando y contando historias de personas que no he conocido y de personas que ya no se encuentran con nosotros, pero que están presentes en la memoria del conocido. Y mientras más hablaban de cómo coincidía un lado de la familia con otro, se me acercaba otra pequeña duda: ¿Si mis padres no se hubiesen conocido de la forma en que lo hicieron, se habrían conocido de otra forma?” respuesta que tal vez sea más un “sí” que un “no”.

Son esas tantas vueltas del mundo y la vida las que me deja más en claro que debemos cuidar nuestras relaciones, amistades, familia y conocidos. Estas son las personas que compartirán la encrucijada de caminos con nosotros, llevando a un simple cruce a ser un cambio en la vida, tanto tuyo como para esa otra persona.

En estos tiempos violentos, debemos ayudar a que estos cruces de caminos sean encuentros gratos y no trágicos. Echar a un lado actitudes innecesarias, e intentar que nuestro paso por la vida de los demás no sea caótico, pero como no todo puede ser perfectamente bueno, tratar de ser lo menos tormentoso posible y aportar. ¿Qué sabe uno? Capaz esa persona con la que te cruzaste, sea la misma persona con la que, en un futuro, te estés tomando una cerveza rodeado de tu familia.

Como no nacimos para ser semilla –dicho de mí Tío, refiriéndose a que no nos entierran para volver a crecer.- tengamos una buena caminata por la vida, seamos parte de esas tantas vueltas que da el mundo, abracemos recuerdos y compartámoslo. Para que cuando los jóvenes que sigan de nosotros nos encuentren charlando, se den cuenta que una familia no solo comienza de la unión de dos personas, sino que es una relación que se cuida a través del tiempo. Que una familia comienza por el cariño y el respeto hacia las personas, con sus pros y contras.

No somos eternos, pero nuestros actos perdurarán en la memoria de nuestros queridos.

Tu, mí lector, abraza a tu familia.

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