Hace muchos años, de niño, leí un libro que, hasta el sol de
hoy, creo que sin él no hubiese sido la persona que soy en este momento. El
libro trataba temas como La Literatura, El Teatro y Mitos y Leyendas; el folklore
venezolano.
¿Que por qué este libro me afectó tanto? Fácil, me traumé
con los mitos y leyendas, al punto que creía ver o escuchar a estos espantos.
Pero a pesar de las lúgubres y escalofriantes historias, quería (y aún quiero)
leer más de ellas.
Tras el pasar del tiempo, he desarrollado respeto y admiración a la inventiva fantasmagórica de los habitantes de las zonas apartadas de las ciudades y, sobre todo, por aquellos cuentos que pasan de generación en generación. Cuentos de almas en pena al acecho de viajeros, ociosos malamañosos y toda clase de personas mal paradas.
Ahora les contaré un poco de mis entes favoritos:
Tras el pasar del tiempo, he desarrollado respeto y admiración a la inventiva fantasmagórica de los habitantes de las zonas apartadas de las ciudades y, sobre todo, por aquellos cuentos que pasan de generación en generación. Cuentos de almas en pena al acecho de viajeros, ociosos malamañosos y toda clase de personas mal paradas.
Ahora les contaré un poco de mis entes favoritos:
- La Llorona:
Este espectro se encuentra entre los mitos y leyendas de muchos países, no sabría decir cuál es la nacionalidad exacta de este espectro, debido a que todos estos lo acogen como suyo y por qué no, si muchos hemos crecido con la historia de este personaje.
La versión Venezolana cuenta que
en un descuido, los hijos de esta mujer se ahogaron en un río cercano a su
ahogar, en el que sus niños jugaban. No recuerdo exactamente la razón de este
descuido, pero creo que fue que la mujer en busca de atrapar a su marido con su
amante, ya que esta sospechaba la infidelidad en este, dejó a sus hijos jugando
cerca del río. Y, para cuando volvió, los encontró ahogados.
La versión Mexicana es bastante
similar a esta, en la que hablan de una madre soltera y trabajadora, que vivía cerca
de un rio con su hijo e hija. La madre, como de costumbre, se levanta temprano
para ir trabajar, los niños aburridos, salen a jugar, olvidando las
precauciones de su madre de no jugar cerca del río. Estos cayeron en él y
pasaron semanas para que sus cuerpos fueran hallados. Al llevar los cuerpos a
las puertas del hogar de la mujer, esta al verlos, arrancó en un llanto atroz,
seguido de una carrera frenética hacia un bosque de las cercanías, en el que
tiempo después la encontraron muerta.
El alma en pena de la Llorona vaga por los caminos solitarios, con su escalofriante llanto, clamando por sus hijos en profundo lamento. También se dice que esta entra en los hogares descuidados donde viven niños y se los lleva por las noches.
De niño, una noche en la que me quedé a dormir en casa de mi abuela, juré escuchar el lamento de la Llorona a las afueras de la casa, quedé paralizado en cama hasta el amanecer.
- Juan Machete:
De este no he leído otras versiones, tampoco es que haya buscado mucho sobre él, aunque creo que Venezuela y Colombia comparten este mismo mito.
La historia habla de un hombre
que buscó la riqueza por el camino más fácil. Con sacrificios de animales,
invocó al Diablo, conocido en los llanos
Venezolanos como Mandinga. Este vendió su alma, la de su esposa e hijo, a
cambio de riquezas, que fue perdiendo poco a poco. Juan desapareció en un
extraño incendio que consumió todas sus tierras.
La leyenda cuenta que, si quieres apoderarte del oro Juan Machete dejó enterrado, deberás soportar tres machetazos propinados por este espanto.
La leyenda cuenta que, si quieres apoderarte del oro Juan Machete dejó enterrado, deberás soportar tres machetazos propinados por este espanto.
Si quieres conocer más de esta
leyenda, sigue este enlace: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/modosycostumbres/cuatrocab/leyenda.htm.
- El Silbón:
- El Silbón:
Esta leyenda es mi favorita entre
todas, no solo por la gran cantidad de cosas que se dicen sobre este, sino que,
además, su origen es completamente Venezolano, pero también adoptado por
Colombia.
Hay muchas versiones del origen
de este horrido espectro que se describe como un hombre de enorme altura que
carga un saco con los restos óseos de su padre en su espalda, de extremada delgadez
y enorme sombrero.
Una cuenta versión cuenta que, en una temporada de hambre, un muchacho salió de cacería con su padre y, ante el desespero por la enfermiza hambre, derribó a su padre para comerse sus entrañas. Luego de un rato, volvió a casa, donde su madre esperaba la llegada de ambos. El muchacho le dio las asaduras y le dijo que su padre regresaría más tarde. La madre, puso a cocinar lo traído por su hijo, al notar la extraña forma en que se cocinaban las asaduras y que su marido no regresaba, se dio cuenta de lo sucedido y maldijo a su hijo, quién huyó entre gritos hacia los hondos llanos.
Otra versión cuenta que, un hombre encontró a su mujer siéndole infiel con su propio padre y, en un arranque de ira, lo asesinó. El abuelo del hombre y padre del asesinado, iracundo e indignado, amarró al asesino a un árbol. El viejo azotó con latigazos a su nieto, echó sal en sus heridas y, liberándolo, maldijo al hombre y le soltó a sus perros.
Una cuenta versión cuenta que, en una temporada de hambre, un muchacho salió de cacería con su padre y, ante el desespero por la enfermiza hambre, derribó a su padre para comerse sus entrañas. Luego de un rato, volvió a casa, donde su madre esperaba la llegada de ambos. El muchacho le dio las asaduras y le dijo que su padre regresaría más tarde. La madre, puso a cocinar lo traído por su hijo, al notar la extraña forma en que se cocinaban las asaduras y que su marido no regresaba, se dio cuenta de lo sucedido y maldijo a su hijo, quién huyó entre gritos hacia los hondos llanos.
Otra versión cuenta que, un hombre encontró a su mujer siéndole infiel con su propio padre y, en un arranque de ira, lo asesinó. El abuelo del hombre y padre del asesinado, iracundo e indignado, amarró al asesino a un árbol. El viejo azotó con latigazos a su nieto, echó sal en sus heridas y, liberándolo, maldijo al hombre y le soltó a sus perros.
Desde entonces, el Silbón vaga
por los llanos con su particular y hórrido silbido en escala, el cual se dice
que mientras más lejano se escuché, más cerca de ti se encuentra. Muele a
golpes a sus víctimas y succiona el agua ardiente del ombligo de los borrachos.
En los tiempos de lluvia, se refugia en los techos de casas ajenas, en las que
se toma su tiempo para contar los huesos en el saco, y si llega terminar de
contarlos, alguien de esa casa amanecerá muerto.
Este personaje ha sido
protagonista en muchas de mis pesadillas, de niño creí ver su sombra muchas
veces. Tengo una imagen muy grabada en mi mente, de lo que creí que fue una
persona ensombrerada pasar frente a mi casa, bien adentrada la madrugada.
Aunque pudo haber sido cualquier cosa, la mente de un niño puede darle forma a
sus peores temores.
Historias hay muchas, pero
relatos como estos nos dan una identidad cultural que se comparte a través de
los tiempos. Estos mismos relatos influyeron en mi infancia, tanto para adentrarme en la literatura y darme
cuenta de que la lectura también está para divertirnos… o espantarnos.
Si estos espectros condenados
existen o llegaron a existir, no se sabe. Pero algo es seguro, esta noche no
duermo.
Y a ti, mi lector ¿Cuál mito o leyenda te ha horrorizado?
Y a ti, mi lector ¿Cuál mito o leyenda te ha horrorizado?
Si te gustó ¡No te olvides de compartir!
Dale "Me gusta" a mi pagina de Facebook y sigueme en Twitter para estar al tanto de nuevo contenido.
Dale "Me gusta" a mi pagina de Facebook y sigueme en Twitter para estar al tanto de nuevo contenido.
Facebook: https://www.facebook.com/Tontomundopormieleccion
Twitter: @Geos_Ortega
Twitter: @Geos_Ortega
0 comentarios