¡BUM! La pirotecnia resonó e iluminó la madrugada del 1ero
de Enero, se escucharon los susurros de la familia al pedir porque se cumplan
sus deseos para año nuevo.
El 2015 fue, particularmente, un año rudo para muchos. Tanto
por la situación económica (Tema al cual no me adentraré, debido a que entra la
política y me cohíbo a tratar esta.) como por las dificultades y situaciones
personales. Muchos seres queridos se han alejado, muchos por buscar una mejor
vida; un mejor futuro. Otros, por las distintas razones que da la vida.
A pesar de lo mucho que se haya complicado, ese año que
despedimos nos demostró con sus dificultades que podemos superarnos como
personas y seguir creciendo. Llevando lo mejor posible los escenarios que se
presentan a diario, reconociendo nuestros fallos y abrazando al amigo errado.
Este 2016, así como todos los años por venir, no significa
un cambio de vida. Significa un año más en el que se debe trabajar duro. Un año
más para no abandonar a las personas, si no, acercarlas a ti. Un año más para
ser un mejor tú. Un año más para convivir con aquellas personas que quieres y
que entraran a tu vida.
Los problemas siempre vendrán, pero ya hemos experimentado
los problemas de los años anteriores y sabremos cómo lidiar con ellos, cada vez
sabremos un poco más acerca de cómo llevar mejor las cosas. Así que, dejando el
necio ego a un lado, no reaccionemos indebidamente ante las dificultades que,
en un futuro, nos podrán ofrecer nuestros mejores años.
Sin más que decir, abordemos este año, no queriendo ser otra
persona, sino un “yo” mejor.
¡Feliz año nuevo 2016!
Y tú, mí lector ¿Cuáles son tus metas para este año?
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