Si estás buscando la forma correcta de despedirte de
alguien, déjame decirte que no la hay.
Foto de hace un buen par de años, junto a viejos amigos.
Si gastas tu tiempo buscando el detalle correcto para
decirle un “adiós” o un “hasta luego” a una persona, es porque no quieres tener
que despedirte de ese ser y verle ese día por última vez o dentro de un tiempo
no muy cercano.
Una mañana me desperté a las 5:00 AM, como me lo había
pedido un amigo, para despedirnos y charlar un rato por última vez (En persona,
para lo demás está Whatsapp, Skype, Facebook, etc.) hasta que nos volvamos a ver.
¿Qué sucedió? Se levantó para irse más temprano de lo previsto, cuando leo el mensaje que dejó en mi teléfono,
sentí un pequeño vacío, se me amelló el corazón. Pero a los minutos recibí otro
mensaje: “Espérame en mi casa, se me quedó el pasaporte y vamos de regreso.” Salí
corriendo y llegué a la casa de mi amigo, que quedaba a apenas una cuadra de mi
casa. Terminé acompañándolo al aeropuerto, caminamos un rato mientras esperaba
el vuelo y ni porque fuera una despedida nos dejaron las extrañezas que siempre
nos sucedían. Buscando algo para
desayunar, un tipo muy raro se le insinúa, pero no es ese tanto el problema, si
no lo feo que era el tipo.
Luego de darle un abrazo y despedirme de mi amigo, volver a
casa con un taxi que casi me cuesta un ojo de la cara, pasó el día hasta que
empezaba a anochecer. Momento en el que acostumbraba a visitar a la amistad que
recién se fue. Salí de mi cuarto y por poco llego hasta mamá para avisarle que
iba a casa de mi amigo, pero frené a medio camino cuando recordé que ya estaba
en rumbo a otro país.
Así de vacío como leen, se siente. Pero estoy seguro que
conocen esto, uno mejor que otro, puesto que la vida es un sinfín de
despedidas. Hasta que nos despiden a nosotros.
Porque no solo despedimos amistades, también amores, y no
solo a cualquier gente, también despedimos a nuestra familia.
Esto no tiene que ser algo triste necesariamente, porque lo es. También
significa un cambio inminente en nuestro presente, futuro; en nuestras vidas. Para
ocupar ese tiempo vacío que solíamos compartir con esa persona, recurrimos a
nuevas costumbres, nuevos pasatiempos e intereses. Nos queda seguir creciendo,
teniendo presente lo que aprendimos con esa persona. Sabiendo que luego vendrá
alguien a hacerte esa compañía que falta, pero aun sintiendo ese pequeño vacío
porque sabes que ese alguien no podrá reemplazar a esa amistad.
¿Por qué no se podrá reemplazar? Porque estamos hechos de
recuerdos, y entre esos recuerdos no se encuentra el recién llegado. Se
encuentra la persona que estuvo años a tu lado, escuchando tus estupideces,
haciéndote agarrar mil rabias, compartiendo carcajadas y tristezas. Se
encuentra la persona a la que ibas a su casa, abrías su alacena y nevera, y le
comías la comida (Sí, porque ahí te das cuenta que como amigo eres una sarna
¿Pero qué amigo no lo es?).
No hay forma correcta de despedirse de una persona, porque
siempre querrás ese poco más junto a ella, el tiempo que ha pasado nunca es
suficiente. Por fortuna, yo no he perdido el contacto con mi amigo, casi
hermano.
Y tú, mi lector ¿Has encontrado la forma correcta de
despedirte de alguien?
Con dedicatoria a un buen
amigo, se te extraña A.M.
0 comentarios